Ya finaliza el 2018,año que me enseñó más que ninguno otro.
Ciertamente si bendije una corona, no podría nunca hacerle maldiciones, pero eso sólo depende de mí, de mis convicciones y principios.
Este fin de año lo más grande que aprendí es a mejor callarme y ya no decir más nada.
Este año yemaya trajo a mi casa 4 coronas😍, y con eso me reafirmó su bendición y su decisión de que mi camino es laborar en la religión ❤️, haciendo el bien, sin mirar a quien.
Agradezco a todos los que han estado presente para ayudarme y deseo que el 2019 les beneficie con un entorno lleno de verdad y de sinceridad, adornado con salud, salud y más salud!
Bendiciones mayores y menores olorisas, babaloshas, iyaloshas, oluos, iyaboses y aleyos.