Dato Importante:
Al igual que en muchos otros temas que se tergiversaron en nuestra religión, vemos como por ejemplo un tema tan sencillo como la pronunciación de la frase que se utiliza para levantar a un Olòrìşà, cuando se le tira para rendirle moforibale al Òrìşà Alàgbatórí de un Olòrìşà mayor, vemos, escuchamos y hasta pronunciamos cualquier cosa y en algunos casos no sabemos el porque de esto, ni que decimos en dicha frase.
La forma correcta debería ser: A Wo Ogbo a Tó, Yémojá a Gbé o Idíde! ( Awaawato, Yemayá Abeo o Idíde!) De ser por su puesto el Òrìşà Alàgbatórí de la persona que se levanta Yemoja, de ser cualquier otro, pues solo cambiaríamos el nombre del mismo. Dichas palabras quieren decir:
“Quien está tirado como la planta rastrera es aquel que enderezamos, Yémojá es quien lo levanta ¡párate!»
Eso es lo que significa el saludo tradicional Lúkúmí, su origen filosófico está basado en el hecho de que las hierbas que se arrastran y las que se doblan (Bajan su cabeza) ante los fuertes vientos (Mayores) sobreviven por siempre; de forma contraria ocurre con los arboles que no inclinan su cabeza al viento, perecen al ser arrancados de raíz. Esta frase, llena de bendiciones, puede utilizarse para levantar a cualquier persona y en especial a nuestros hijos.