«Cada oveja con su pareja»
¿Puede una pareja convivir en armonía y a plenitud teniendo creencias religiosas totalmente opuestas?
Muchos dirán que sí se puede: que lo más importante es el amor y el respeto.
Sin embargo pienso que no es suficiente con amarse o respetarse.
Muchas parejas viven una falsa apariencia respecto a esto. Si un espiritista cruzado vive con un evangélico o testigo de Jehová, por ejemplo, y no puede poner en su casa un ramo de flores, una muñeca vestida de Yemayá y tabaco, una bóveda o dar un cajón espiritual a sus espíritus no está siendo respetado, ni está respetando a su pareja, sino que está reprimiendo sus necesidades espirituales, está ocultando o negando su fe; y de hacer estas cosas entonces estará afectando el espacio de su pareja y la convivencia.
Ocultar las creencias o imágenes religiosas, no hablar sobre estas, o hacer las limpiezas, regadíos, etc., a escondidas (cuando la pareja no esté en casa) es una forma de hipocresía.
No es posible llamar a esto «aceptación», ni «tolerancia», ni «respeto».
Eso es «hipocresía» hacia la pareja y hacia tus propias creencias religiosas.
Negar el saludo a los hermanos o mayores de religión, sea en público o en privado, porque tu pareja te acompaña, o disimular que son personas desconocidas por tí es una falta, considero yo, muy grave.
Las personas que viven bajo estas circunstancias se justifican diciendo que los espíritus y los orichas, etc., etc., (tienen que entender ¿…?)
¿Qué piensan uds. sobre esto?
Bendiciones.
Exactamente cada oveja conmigo su pareja , a menos que estos dos sean religiosos a conveniencia y le importe más su relación que su religión