Mi negra Conga, y yo!

En mis años de juventud, me distinguía por que me encantaban los pañuelos, darme vueltas con un pañuelo en la cabeza era para mí una alegría, me daba paz, y asistía así a muchos lugares, siendo que me veía diferente por que no era la costumbre de mi pueblo.

Crecí sufriendo los relatos de la esclavitud y me encantaba el olor a tabaco de un empleado de mi casa que fumaba en las noches. Me escapaba de la casa y este sr que era un Indio de mi país, me bañaba con hojas y me soplaba humo y yo feliz, el problema era que mi mamá o papá se dieron cuenta y lo prohibieron.

Conocí a la señora Natividad por situaciones que pasé muy difíciles, pero en medio de eso, asistiendo a misas espirituales que hacía la madrina que me inició ella bajó y se presentó.

Hoy tengo 63 años y ella se dejó conocer de mi y de todos a mis 28 años. Mi abuelo paterno era cantonés, y mis abuelas maternas eran españolas.

En el año 2000 más o menos, empecé a viajar a Cuba, me rayé y volví a la vida, mi tata se llama Nelson Cordero en el Cujay, en ese momento atravesaba difíciles situaciones. Los que estaban allí se extrañaron que siendo blanca y extranjera tuviera una negra en mi cuadro espiritual. Conocí a religiosos en Regla por los años 2010, y fué cuando oí por segunda vez que no era creíble que siendo blanca bajara a mi Negra. Y me enteré por que en una labor que ella bajó le dijo a una religiosa que ellos no me creían, y le reveló algo a ella que era su secreto. Por tal motivo cuando regresé del trance, me dijo:»tremenda conga, me dijo lo que sólo mi madre sabe», ahora si te creo! En la conversación sabrosa que se hace luego de una labor fue que vine a entender que los cubanos no podían creer que una extranjera y blanca(aunque soy es amarilla), tuviese una negra en su cordón espiritual.

Todo esto llamó mi atención y busqué a unos familiares de parte de mi mamá y encontré entre mis antepasados mi sangre negra, les cuento.

En el inicio de mi país, llegó a Panamá un español llamado Tomás Jiménez acompañado de su hija Paula Jiménez. Paula se enamoró de un negro llamado Benito Vargas, ellos tuvieron hijos, y por la situación conflictiva de los problemas de raza que no es el tema que me ocupa, Don Tomás apuntó o dió su apellido a esos hijos. Hubo de ese amor un Tomás que fue mi tatara abuelo y aquí estoy yo.

No me gustaba el estropeo que me ocasionaba bajar a la señora Natividad y aprendí Yoga básica, por eso facilité su aterrizaje, cosa que en Cuba hacía dudar por que bajaba muy suave.

Todo esto lo he plasmado aquí para decir que me opongo a que se diga que si no nacistes en Cuba no puedes tener un negro como guía, desde Estados Unidos hasta la puntita de Sur América los negros llegaron, igualitico que en Cuba, eso es una verdad, y por muy blanco que nos veamos, muchos tenemos ancestros negros.