En los inicios de nuestra vida religiosa nos encontramos ante una gran realidad y es que ya no importa lo que hemos vivido hasta llegar a consagrarnos, no importa cuánto sufrimos, no importa que nos hayan estafado, engañado, no importa que se hayan burlado, que nos hayan lastimado, tanto la gente de nuestra vida como familia o amigos, y gente que fuimos conociendo en nuestros pasos para conocer de esta religión.
Finalmente llegamos a coronarnos y obtener así la oportunidad de poder vivir con el conocimiento que nos dá la experiencia y la bendición de nuestros guías y protectores, y la guía clara y firme de los consejos de ita con nuestros orishas por siempre y para siempre cuidando de nosotros.
Es en este punto donde no podemos seguir dejando de darle importancia a todo lo que hemos vivido, para no ser iguales a los que nos vieron la cara, a quienes nos abusaron.
No estoy de acuerdo con los mayores que dicen que si a mi me pasó de todo hasta poder coronarme, por qué debo hacer fácil el camino a los que vienen?. Una cosa es no cargar a nadie que no esté dispuesto a sacrificarse y otra cosa es hacerle más difícil su camino, por puro despecho de lo vivido.
Nadie aprende por cabeza ajena, y como dice mi negra «la peor cabeza es la que no quiere aprender», pero apiadarnos, ofrecer paz y misericordia a quienes nos tocan la puerta no nos hace menos religiosos! También es un punto de humanidad, el que evitemos las cargas innecesarias a los nuevos, y le señalemos su realidad sin golpearle con eso.
En estos momentos en que la Regla de Osha Cubana, está siendo fragmentada e interpretada con otros criterios a los que les llaman modernos, debemos tener muy en cuenta que no importa cómo llegamos, pero habiéndolo logrado, todo importa!

Gracias por siempre compartir un mensaje que nos guía a siempre ser humildes y a abrir los ojos ante tanto «invento» que se está practicando hoy en día.
En efecto nadie aprende por cabeza ajena, pero es necesario guiar a los que buscan en un momento determinado aprender está hermosa religión, me he tropezado y mucho pero sinceramente no me gustaría que nadie pasará por lo que hasta hoy, he pasado.
Que los Santos y los EGGUN siempre la protejan y la guíen.
Bendiciones
Gracias miles bendiciones!