«Importancia simbólica del vaso o copa de vidrio (cristal) en el espiritismo cruzado».
Todo lo que forma parte de la bóveda espiritual tiene una lógica y una explicación. Nada es porque sí, ni puramente ornamental.
En esta ocasión conversaremos sobre la importancia de usar para la bóveda recipientes, ya sean vasos, copas o cualquier otro, que sean de vidrio o cristal transparente.
Del latín «vitrĕum», el vidrio es un material de gran dureza pero que, a la vez, resulta muy frágil.
Popularmente al vidrio se le llama también «cristal».
El vidrio se emplea porque simboliza la transparencia del cristal, y el deseo de alcanzar la inmaterialidad a través de un material.
El vidrio representa de ésta manera una aspiración a la pureza.
Es un símbolo de limpidez, así como de ideas claras y de mente lúcida.
Su transparencia es uno de los más bellos ejemplos de unión de los contrarios: el vidrio, aunque sea material, permite «ver» a través de él, como si no fuese material. «Representa el plano intermedio entre lo visible y lo invisible».
Es el símbolo de la adivinación, de la sabiduría y de los poderes misteriosos otorgados al hombre.
Antiguamente el cristal de roca se tenía en alta estima entre los primeros cristianos que lo consideraban símbolo de la Inmaculada Concepción.
Desde este enfoque la luz que penetra el vidrio es una imagen tradicional del nacimiento de Cristo; así AngeLus Silesius dice: «María es un cristal, su Hijo, la luz celeste; así la atraviesa Él sin romperla empero en absoluto.»
El vidrio y el cristal son objeto de una misma admiración entre los místicos, los cuentistas fantásticos y los surrealistas.
El vidrio en su analogía con el cristal se considera también un embrión: nace de la tierra, de la roca; según la mineralogía india, se distingue del diamante por su grado de madurez embriológica: el cristal no es más que un diamante insuficientemente maduro.
El vidrio es un símbolo de fuerza y vulnerabilidad; lo vidriado deja ver y, por añadidura, refleja.
El agua contenida en los recipientes de vidrio de la bóveda adquieren un doble significado espiritual, el agua como don sagrado tiene un significado de purificación, renovación, liberación, fertilidad y abundancia y el vidrio reafirma esta pureza.
Según el Feng Shui, el vidrio es un material que pertenece al elemento agua, que representa la energía invernal, la calma y la serenidad.
Los vasos o copas de vidrio de la bóveda y asistencias individuales pueden romperse por una concentración elevada de energías, como cuando hay peleas,
preocupaciones, estrés, etc.
El Feng Shui explica que el vidrio es un material muy noble en lo que respecta la expresión energética de nuestro ser.
A nivel físico soportan hasta una cierta frecuencia vibratoria antes de estallar o quebrarse.
Aunque no nos demos cuenta, la energía que proyectamos genera vibraciones que pueden hacer estallar vidrios, tal como lo hacen los agudos de una cantante de ópera.
Esta característica le permite quebrarse ante saltos de temperatura y ante cambios en la concentración de energía del ambiente y de nuestros pensamientos.
Muchas veces estas roturas ocurren porque el vaso a recibido energías negativas provenientes de daños, enviaciones, malos pensamientos, etc.
Cuando el cristal se expande y se contrae diariamente por los cambios de temperatura, se producen tensiones que pueden provocar que el vidrio se rompa.
Los vasos y copas de vidrio de la bóveda son en sí un canalizador de energía positiva que puede ayudar a purificar y crear un ambiente de paz en cualquier habitación.
Estas son algunas de las razones por la que no es propicio tener en la bóveda vasos o copas de plástico, cartón o metal.
Bendiciones.