Preparando el tema para la charla de III Encuentro Virtual recordé que hace más o menos 20 años atrás cuando uno iva a consultarse con un espiritista, con un santero o con un babalawo estos te decían: «usted tiene mediaunidad y tiene que desarrollarla», «usted será espiritista» o «usted conocerá el espiritismo».
Lo recuerdo muy bien. Entonces te explicaban que tenías que buscar a unos espiritistas para que te hicieran una labor de investigación a tu cordón espiritual y que tenías que asistir a una «Escuelita de Desarrollo», que es como se le dice aquí en La Habana a los grupos donde se hacen labores para desarrollar la mediumnidad.
Con el tiempo la forma de este mensaje cambió. Y se hizo frecuente que espiritistas, santeros y babalawos le dijeran a las personas «usted es espiritista de nacimiento», «vaya a su casa y monte una bóveda con 7, 9 o 21 vasos y empiece a leer las oraciones de Kardec».
El desconocimiento sobre lo que es la mediaunidad y lo que es ser espiritista llevó a muchas personas a «creerse» que con sólo poner una bóveda y rezar ya lo tenían todo conseguido y esto es lo que en mi opinión ha conllevado a que tantas personas al no ver «los resultados esperados» se decepcionen del espiritismo cruzado o peor, estén batallando por algo que nunca obtendrán porque no es ese su camino.
Caí en cuenta de esta situación porque a cada rato llegaba un cliente a preguntarme ¿por qué si soy «espiritista» y puse la bóveda no siento nada?, o ¿después que puse la bóveda todo me sale mal?…
Pues claramente esto y otros trastornos suceden porque nadie nace siendo espiritista cruzado…, todos nacemos con el «don de la mediumnidad», pero eso no significa que todos la van a desarrollar, ni tampoco significa que todos tienen que desarrollarse y formarse como espiritista cruzado (ese es un tema que lleva otro análisis).
Volviendo a nuestro asunto: ser espiritista cruzado no es lo mismo que ser médium.
Decimos «mediums somos todos desde que nacemos» pero esto en realidad hace referencia a que todos llegamos a esta vida con este «don» o facultad. Este don o facultad se define como una serie de capacidades con las que nacemos y que nos permiten percibir lo inmaterial, así como captar las energías ocultas que nos rodean.
Pero más puntualmente debemos decir que «médium» es aquella persona que ya ha llegado a desarrollar optimamente algún tipo de mediumnidad, ya sea por sí mismo o con la ayuda de otras vías (meditación, canalización, rezos, etc.): esto puede incluir o no, el trance o la incorporación.
Y en el ámbito de nuestra creencia «espiritista» es aquel médium que además de haber desarrollado su mediumnidad de forma óptima, conoce la composición de su cordón espiritual y cómo laborar con él; conoce como organizar y desarrollar todas las labores o actividades que se hacen dentro de la práctica espiritista cruzada, y además es capaz y tiene ya desarrollada ciertas potestades y habilidades para dar respuesta a las distintas problemáticas que se le presentan en la vida diaria a las personas y que tienen relación con el mundo de los espíritus, el cuál es muy amplio y diverso.
Todo esto que mencioné, unido al conocimiento y a la experiencia es lo que diferencia a un «espiritista cruzado» de un «médium ya desarrollado».
Es por esto que decimos que el espiritista cruzado no nace, se forma, porque un médium con un óptimo desarrollo de su mediumnidad y de sus espíritus no podría conducir una labor espiritual con éxito, si antes no recibe una instrucción y pasa por un período de práctica de como se hace.
Porque aunque muchos se empeñen en decir lo contrario, todas las labores que se realizan en el Espiritismo Cruzado tienen un orden y siguen una lógica, nada se hace porque sí ni al antojo de un espíritu.
Esa es una de las principales diferencias que hoy encontramos entre el espiritista cruzado que ha tenido buena instrucción y buen desarrollo de su mediumnidad y el espiritista improvisado y/o falto de desarrollo espiritual cuando se enfrenta a una misa u otra labor espiritual porque por mucho conocimiento que pueda tener su espíritu guía o de labor nunca lo alcanza a conocer todo.
Saludos y bendiciones.

