El desarrollo espiritual cuando le toca a una persona, suele convertirse en muchos casos en una obsesión, que acaba dañando nuestra salud mental y «los nervios».
Una persona que por primera vez asiste a una labor espiritual y ve a un espíritu incorporarse en la materia de su caballo, que fuma, que toma ron, que juega con la candela, que pide agua, que pide una vela, yerbas y otras cosas, causa una gran impresión en ella o en el.
Si quien le está abriendo la puerta al mundo de los espíritus es un misionero y tiene respeto y valora ese don, será un individuo que será bien guiado, pero si es alguien que por un motivo indecoroso le está dejando ver, será un desastre. Y es así como encontramos muchos por allí, con una mesa, vasos y demás elementos, que adoptan una actitud rarisima, por que las 24 horas, los 7 días a la semana «juegan» al espiritismo, a todos los que le rodean les señalan cosas sobre naturales, que tienes un muerto malo, que tu marido te quema(es infiel), que tu hija se va a salir con una barriga, etc etc, y ay de quien le diga lo contrario.
Se pasean por su casa, su barrio y en todas partes, ven muertos oscuros, entierros, hasta dicen ver los familiares muertos de una persona y darle supuestos mensajes. De allí que se vuelven insoportables, quieren obligar a su familia a sentarse frente a la bóveda (o mejor decir, frente a Dios), y convierten la convivencia familiar en una tortura.
Son aquellos que han echo que a todos por igual nos metan en el mismo saco y nos dicen que somos locos, brujos, y otros más fuertes.
Creo que quienes somos responsables de esta situación somos los mayores, el desarrollar a una persona espiritualmente, primero que nada debemos cerciorarnos de su fortaleza mental, de su integridad como individuo y que su salud emocional y mental sea fuerte, para que a través del tiempo, éste nuevo espiritista encuentre la luz y no la oscuridad.
Y digo oscuridad por que la falta de fortaleza emocional y su débil carácter, al tratar de hacer conección con los espíritus, puede dar paso a espíritus de no luz, y manejarse con ellos, haciendo daño a si mismo y a su familia. Por eso muchos creen que nosotros los espiritistas estamos mal, pero es que lo que han visto no es más que mala práctica y cero espiritualidad.
De verdad, quién puede creer que con uno o dos años de iniciarse en el desarrollo espiritual, y unas pocas labores espirituales (misas), ya saben y además pueden atender gente y guiar a otros!
No, imposible. El espiritista de verdad entre más tiempo pasa, su desarrollo le apaga el ego, la vanidad, el querer figurar. Le aumenta el amor por si mismo, por la naturaleza, gusta de estar solo, es más empático y sobre todo, proyecta serenidad y calma… Nada le importa tanto como la paz!
Hace muchos muchos años, encontré a un joven cuyos dones de espiritista o médium estaban enlazados una mala corriente. La ayudé, la saqué de donde vivía, la mudé de ciudad y le abrí paso a una nueva vida. Un día le dije (no debí decirle), que había que recoger y elevar a un espíritu que la acompañaba por que no era bueno, me dijo que no!!! Yo confiaba en ella, y al decirle esto, se convirtió en mi enemiga, por muchos años me hizo brujería, y también indispuso gente en mi contra, me costó bastante sacarme de arriba todo eso, hasta que me hice el santo, me liberé de ella.. Ella a quien ví qué poco a poco se iba convirtiendo en el muerto qué le hacía daño, un verdadero muerto oscuro que ella reflejaba. La quise como una hermana, y hoy día, no existe para mi.
Lo de desarrollarse espiritualmente no es fácil, aparte de todos los cambios que conlleva, hace falta entender que podemos estar desarrollando un espíritu que no es de luz. Pongan atención y no sean vanidosos, desarrollarse espiritualmente está bien, cuando Ud ve que su vida va siendo mejor, que hay hechos que le permiten estar seguros que el cambio es para lo bueno.
Bendiciones desde Panamá!
